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domingo, 1 de noviembre de 2009

Conversaciones de Metro


Cromosoma X: Al final nunca lo sabremos

Cromosoma Y: Siempre me gustaron las mujeres bien putas

X: Y yo te amo porque me volviste puta

Y: Lo sé, hasta ellas tienen esa deformidad que mueve a este cuerpo, esa mierda babosa al q nombramos corazón

X: Detrás de esa piel crocante, aderezo de lunares y escamas

Y: De ese blindaje tan perfecto, confeccionado con el paso del tiempo, con esas experiencias tan nuestras

X: Aunque hayas caminado tanto, no conozco otra forma de amarte que morirme al verte

Y: Es q se tiene q ser bien puta para creérselo, (creer que bastaría con morir)

X: Si? tu que tanto has besado, que tanto has amado, sabes mejor que yo, que hasta los huesos solo calan los besos que no has dado (Sabina)

Y: Vamos a jugar a comernos a nosotros mismos hasta desaparecer, el último bocado será tu mirada triste

X: No!, antes de que me envenenen los besos que vas dando!

Y: Una puta nunca besa, no lo olvides

X: No me olvides….

Una fugaz luz alumbra los cuerpos exhaustos, se va elevando como una plegaria y ataca como una maldición

X: Escuchas, ya se prendió el faro

Y: Veo como dejo de sonar el mar

X: Un mar mudo?

Y: Y un faro ciego.

X: Entonces peor siempre.... siempre?.... siempre es mucho tiempo! no olvides que yo fui dueña de tus ojos sin que nadie lo supiera

Y: Soy ciego y una puta nunca besa, sabes q siempre serás derrotada

X: Y tu que siempre volverás derrotado

Y: Yo ya no existo, deja de ver fantasmas

X: Que haré luego?

Y: Pintarte los labios y morir tranquila

X: No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca-jamás sucedió

Y: El verdadero amor, es el amor imposible

X: Entonces veras que no vuelvo mas a tu umbral a decirte “no consigo olvidarte”

Y: Volveras, solo a decirme ..."Ya te olvide".

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viernes, 25 de julio de 2008

Escuchar su voz

Volver a escucharte, es alivianar mi alma, es generar una tenue y agradable sorpresa, fue como escuchar un secreto a escondidas, una voz casi imperceptible, q tenía miedo a soltar aquellas palabras y encontrar este sentimiento que agoniza en mis interminables pozos profundos. Darme esperanza, solo por la certeza de saber que nunca más serás mía. Así uno se siente protegido.

Olvidarte fue una de las cosas más complicadas que tuve q enfrentar, entendí q se puede estar solo, q se puede disfrutar la tristeza, q se puede maldecir la felicidad, aprendí a crear terapias, a curarme las heridas, a crecer con un poco de frio y un poco de hambre. Aprendí a escuchar canciones más lentas y más tristes, a componerlas, a cantarlas durante largas jornadas nocturnas y odiarme por recordarte cada vez q lo hacía. No se sana nunca de esto, son heridas perpetuas y solo están ahí, tatuadas a uno.

Recuerdo nuestra última conversación, tú y tus palabras tan tuyas, yo y mis silencios, tu anunciándome tu llegada, yo y mis miedos, tu invitándome a invitarte, yo prisionero de mi orgullo, recapitulando aquella situación, creo q no hubiera valido de nada intentarlo, lo sé, siempre derrotista, he aprendido a saciar mis penas y aquello ya era suficiente. Te extrañe a oscuras y en silencio, entre acordes disonantes y lecturas breves, te extrañe como se extrañan los días de verano, con esos ánimos de volver siempre a ellos y pensar q llevabas alas cuando te descubrí, q nuestro primer “beso fundamental” fue a escondidas de una multitud; dime si debo arrepentirme por extrañar todo eso.

Estos gritos son solo eso, gritos de una euforia pasada, de una sentimiento q agoniza, q busca la paz de una muerte que no llegara, q aprieta los dientes y empuña las manos; lo tengo claro, pero antes de todo este razonamiento, me enseñaste a observar con cuidado y a querer a quien me quiere, a quien me quiso.

Me pregunto cuales eran las posibilidades, han de de ser un numero muy grande, me da una flojera inmensa solo imaginarlo, la probabilidad q un hecho ocurra se basa en el numero de eventos exitosos dado un numero de posibilidades totales, es decir al ser solo una pagina entre ..... tantas?. espero sepas guardar un secreto, espero q la elegancia con la q las mujeres digamos transmiten la informacion, no se haya dado. este es un refugio de los pocos q tengo, aqui soy el q siempre extraña, el pobre infeliz q siempre dejo ir.


(suena el teléfono del departamento, escucho su voz tan lejana)

Las penas tambien sonrien.

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sábado, 12 de julio de 2008

El Viaje

Ella bailaba sola, con el rostro entregado al cielo, los ojos bien cerrados, con los brazos extendidos, como esperando consuelo de alguien, se acariciaba el cabello con sus pequeñas manos, me lanzaba un guiño cómplice y un beso que se iba perdiendo en el cargado ambiente. Acodado en la barra, levantaba mi vaso, tiraba una larga y desganada sonrisa, asentía un poco la cabeza, y devolvía el guiño, en un gesto q asemejaba a una mueca.

Ella no era más la tímida niña de ojos culpables, de voz bajita, de andar pausado, que obligo a mi voz, a perseguir sus oídos. Su pequeña cintura se movía endiabladamente, parecía entregarse por completo a su vientre, olvidarse del mundo, de todos esos ojos ajenos q la contemplaban. Cerrar los ojos sentirse deseada, murmurar algún pensamiento oscuro y morderse los labios, esperar q alguien le pregunte su nombre, su edad, si le apetecía un trago y su incomprensible soledad en estos bailes. Respirar abrir los ojos, buscarme con la mirada, para encontrarme acodado a la barra, con la furia sonriente, con los celos en mis puños, con las venas q palpitan, con mi orgullo masoquista. Recordarme, desearme, encaminarse hacia el lugar donde estoy, extender los brazos y meterse entre mis piernas, mientras susurraba algún pensamiento sucio al oído, termino con un mordisco en el. Nunca se puede ser tan débil.

Entonces volvemos a abrir esta puerta, a cruzar este umbral, a recostarnos en estas sabanas, a mirarnos desnudos, a acariciar nuestros rostros, a intentar entender lo q va a ocurrir una vez más, no somos esclavos de nosotros mismos, somos esclavos de este duelo, de esta lucha, de esta danza afiebrada. Terminar contigo, terminar en ti, morir un poco en cada duelo, entregarte la vida de pocos y abandonarme al silencio, mientras te muerdes los labios y tus jadeos se desvanecen lentamente. Mirar el techo sin comprender porque cruzamos ese umbral, porque abrimos esa puerta, porque se es tan débil. Esperar que el otro quiebre la quietud es esperar en vano. Mirarte a los ojos por última vez, verlos humedecidos, tristes, ocultos. Mañana parto a un país ajeno, a una ciudad extraña, y tu me pides “no te vayas…” mientras tu voz se quiebra un poco. La luz que anuncia el final de esta noche hace su entrada por un costado de la oscura cortina. Nos vestimos uno al frente del otro, exhaustos, con la melancolía q se anticipa a nuestra ausencia, hemos sido derrotados por el destino. Juramos volvernos a ver, tu esperarme y yo regresar.

Te bajas del auto con una inmensa esperanza, mientras te alejas esta se hace cada vez mas pequeña, y al doblar la esquina; ya he muerto.

Se llora a la muerte, se extraña al ausente, se quiere al imposible, se ama siempre se ama.

Hoy 5 de Julio del 2008, llegue a Santiago de Chile.

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miércoles, 7 de mayo de 2008

El Muro


Estoy realmente solo. Vivo en una casa con cinco habitaciones, de las cuales solo habito una y rondo por las noches en las demás, sentado frente a un frió monitor, derramando esta mi soledad sobre el teclado. He empezado a crear una rutina, un ritmo nuevo, esperando así lograr la posibilidad de ser. El pasado yace ahí como para no olvidarlo; como un animal hambriento esperando a su presa. Para extrañar, para sentirnos cómodos en nuestras tristezas, para recordar de alguna manera mórbida y siniestra q en algún momento presenciamos la perfección, que en algún momento nos impregnamos de ese instante y nos soñamos tan fuertes, tan sabios, tan eternos. Y q duro es despertar!.

Volver sobre mis pasos, reinventarme una vez mas, recordar y acostumbrarme a la ausencia de tus colores, volver al negro. Empezar de nuevo, empezar el día con una cama fría, con una aburrida ducha. Prepararme el desayuno, sonreírle a la almohada, besar al aire, oler el tiempo, acariciar mis penas. Levantar los muros en largas y extrañas jornadas de trabajo, como un obrero explotado; coloco ladrillo tras ladrillo con una furia sonriente, que tiene sabor a venganza. Levanto aquella estructura infranqueable e indestructible, sin entradas, ni salidas, para q no puedas regresar, para q yo nunca persiga tu sombra. El murmullo ha cesado, exhausto me desplomo en este refugio y me apoyo en una de sus cuatro paredes, dejo descansar mi cabeza y pego una oreja a este frió suelo, escucho una marcha lejana, escucho aproximarse ya a una estampida iracunda de rabiosos conejos, que van estrellándose una y otra vez contra mis defensas, cual kamikazes dejando impresa su rojísima sangre, formando una especie de obra artística de la cual estarías tan orgullosa.

Has entrado en mi casa, has entrado a la habitación que habito en ella y no has mirado con sorpresa estas barreras, las has acariciado y las has observado con la mirada húmeda, con tu mano derecha cercana a tu boca, intentado que no se te escapara la pena; para no sentirte culpable. He escondido mis versos en lo más oscuro de mi inconciente, he destruido los poemas. He gritado tantas cosas q nunca podrás escuchar tras estos muros.

Intento declarar una guerra a mi mismo. Intento quebrar los muros, trepar las paredes, romper los ladrillos, me siento un rabioso conejo kamikaze. Una y otra vez me estrello contra la pared y el murmullo vuelve a cesar, pego mi oreja al frió suelo...

La gravedad se siente aun más cuando estas cerca. Te has marchado.

Tu tierna vergüenza al estar desnuda me recuerda que el dolor en el alma y el dolor en el cuerpo; es algo q tendrá q desaparecer conmigo, como un sobreviviente a un ataque nuclear. Con las heridas q nunca sanan, con los muros q se elevan y se elevan…hasta reconstruir ciudades enteras.




Frio como una navaja, ajustado como un torniquete, seco como una redoble de funeral, los incomparables Floyd con One of my turns del increible The Wall

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sábado, 19 de abril de 2008

La costumbre del miedo



Estar así inertes, abrazándonos, como esperando el final de una batalla, refugiados en nuestras penas, ocultos, protegiéndonos el uno al otro. Esperando el silencio; para luego abandonarnos y crear una imagen a la cual recurriremos tantas veces. Mi corazón espía se disfraza de asesino; decide amordazar el sentimiento, torturarlo y ejecutarlo. He aquí tu victima, he aquí quien te llora. Secuestra su mente, toma por asalto su inocencia, atenta su cuerpo, asfixia su alma y vuelve a tus pasos, a tu lento andar, a tus sonidos, a tus escritos, a ser el lamento distante.

- me extrañaras? – preguntaste desnuda y oscura, mirando el techo de mi habitación
- hace tanto q te extraño – murmure

Decidió tomarse una ducha, lavar todas mis caricias; olvidar todas mis promesas, entregarse a esa especie de terapia. Se dispuso a vestirse y lo hizo lentamente, mientras yo contemplaba su belleza ya lejana; se abrocho el último botón del pantalón q llevaba; me miro como si mirase a un hombre condenado, con esa compasión con la q uno mira a un anciano asesino al borde de la muerte.

- iras a despedirme – dijo mientras se sentaba a mi costado
- no creo q pueda – mentí, como lo había hecho tantas veces
- entonces, ya no te volveré a ver
- claro q nos volveremos a ver, volverás no? – pregunte cansado
- Si, si … volveré – y sus parpados ocultaron la pena

Toma lo mezquino de este sentimiento y no pidas nada a cambio, no le pidas crecer a este corazón enano, a esta alma tibia. Aquí estare siempre, con mis vicios, con mis manías. Extrañare tus cabellos bañados por la luna, tomare sueños prestados para escribir mis ficciones mas crueles; enfrentare al mundo con mi guitarra, declarando una guerra perdida de antemano. Y la impronta de tu tristeza estará tatuada en mis oídos.

- me voy a casar - me dijiste. Sonó a la confesión de un criminal
- lo se – replique, en un intento por no soportar el silencio
- no sabes lo sano q es sentirse amada – tomaste una larga pitada de tu cigarrillo y la bocanada nublo tu rostro
- si lo se – respondí
- te quise tanto, se q lo sabes – la bocanada desapareció. Una lagrima desentonaba tu extraña sonrisa
- Fue tu decisión, yo te espere siempre – reproche
- Dime q no me case y me quedare aquí contigo – temblabas como un hoja de otoño decidida a derrotar al huracan
- Ya es algo tarde – concluí

Te levantas y tendrías que darte cuenta de todo el tiempo que has perdido, sientes algo de tristeza pero te alegra saborear la soledad por las mañanas. Una ducha caliente, un poco de café y reparas en la enfermedad del alma, en lo ligero del tiempo, en lo pesado de las palabras. Entonces abres la puerta y cierras tu mente. Todo ese mundo se proclama ante ti .Y tu único sentimiento es el miedo. No es una debilidad. No es una realidad.
Peor aun… es una costumbre.



Desgarrador tema de los tacubos

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lunes, 14 de abril de 2008

Verte Llegar



Duele tanto verte llegar, acercarte a mi, es tu penitencia por tener un hermoso y bondadoso corazón, por no darte por vencida, por creer en mi duele verte venir, acercarte, mirándome con ojos sonrientes y el alma indefensa con un hueco en el pecho por el q pasa aire, aire frió y da aquella sensación de alguien q sopla tu corazón y se divierte al hacerlo, me perdonaste mis errores, mis defectos, mis pocas ganas de amar amarte, mis ronquidos, mis desafinada voz al cantar, mis estupidas canciones, mis flojos poemas, el nunca verme llorar, el nuca verme sonreír, y despertarte en la madrugada para querer quererte, mi mentiras y mis verdades, mis ganas de estar completamente solo, mi incapacidad de estar sin ti, mis gritos al discutir, mis silencios después de hacer el amor, el no recordar fechas importantes, el no regalarte nunca nada; solo mis estupidas canciones y mis flojos poemas, el llegar siempre tarde, el no llegar nunca y sobre todo el nunca haberte esperado.

En mi pecho hay un hueco por el q sopla un aire frió, va de un lado al otro, no duele pero molesta, me tiene preocupado ya, es la idea de no volver a verte llegar.

La lluvia golpea como castigando mi ventana, el sonido de esas gotas estrellándose una y otra vez contra el vidrio me inquieta, me recuerda q no debo salir, q debo quedarme en este mi oscuro cuarto, q no debo buscarte y peor aun encontrarte, me recuerda q mojare mis pantalones hasta el tobillo, caminare lento y sin paraguas. Mis espacios son mas amplios, mis palabras suenan menos, y mi boca no tiene donde descansar, cuando cada noche moría en tus senos, no has llamado, no has mandado a tu amiga de toda la vida a q pregunte porque? Y aun mantengo la esperanza de poder leerte. Has secuestrado mis sonidos, mis palabras, mis pensamientos, partiste dejando una nota escrita con un lapicero azul en 4 pequeños papeles, decías q nunca sabrías amarme, q no me querías de la manera correcta, y yo solo necesitaba tu olor a champú de frutas, tu risa rebotando en todas las paredes cuando hablabas de tu sobrina, esos ojos sonrientes cuando llegabas, la forma q adquieren tus cejas cuando tienes la razon y tus quejidos al despertar, me bastaba con eso para morir en tus senos.

Hundido en el sillon, y en silencio, me aferro a el como la mano de un recien nacido a un revolver, llevo puesta la polera q me regalo, como una especie de homenaje a su partida, a dejarla ir. La lluvia golpea cada vez mas fuerte, son casi 5 días seguidos de continua lluvia, desde aquel domingo q partiste, y se me viene al a mente la absurda idea de que es el cielo q nos llora, q nos extraña.



Un tema de Charly, que afiebra el alma

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