Fue un camino tan largo para encontrarla y todo lo q hicimos fue desmoronarnos y enloquecer, mirarnos y discutir con sonrisas. Teníamos todo aquello que unos amantes podían desear, aquella gran historia para contar, aquellas lagrimas hambrientas, y simplemente lo arruinamos, nos desperdiciamos,
pero no estoy triste,
estoy furioso,
estoy enojado.
y dos años han pasado.
Ahora su mundo se empezó a oscurecer y ella encendió el fuego, mientras sus amigos tenían bebes, ella vivía con los recuerdos, con los besos en la frente y aquellas sonrisas nerviosas. La busque varias veces, rompimos sus ventanas, tocamos su puerta, su teléfono nunca respondió, pero ella aun sigue en aquella casa. Su padre ha muerto, su hermana es una estrella y su madre los visita dos veces al año. Enciende la pipa, reclina el asiento del auto y se recuesta, mira al techo, mientras sonríe recuerda Barcelona, a sus músicos y guitarras, aquel verde pasto, los abrazos cerca del lago, a las personas q reían, y esto hace que el corazón pobre adolezca.
Y la encontré (siempre la encontrare)
Ahora vivimos en un valle y trabajamos en una granja, todas las mañanas subimos a las montañas; desde ahí contamos los aviones q cruzan el cielo y recordamos....
que todo está bien
yo sigo aquí
ella sigue conmigo,
y seguimos rondándonos como presas vueltas fieras.
"Prométeme, que pase lo q pase, al final estaremos juntos, ya? prométemelo, como los viejitos de "el amor en los tiempos del cólera", ya?"
Lo eterno prometo