El sol se niega a visitarnos, a echarnos una sonrisa y alegrarnos a todos. Los lamentos, los mea culpa se vuelven mas comunes, he aquí el mio; encapsulado en una dosis de disonantes que forman una débil y desentonada canción:
Y si vuelves a mentir, y si vuelves a reirte de mi
No vengas mas
Y si vuelves a llorar, y si vuelves a engañarme asi
No vengas mas
Esos pequeños pasos, son los que duelen tanto
Y tu mirada se trasluce hoy
Cuantas ilusiones, cuantas alucinaciones
He tenido contigo
Sobrellevando la idea de estar quieto, de ser testigo
Tan solo un testigo de tus pasos y de tus cantos
Si me vuelves a "querer", y si vuelves a burlarte así
No Vengas mas
Si me vuelves a encontrar, y si vuelves acercarte a mi
No vengas mas
Esos pequeños pasos, son los que duelen tanto
Y tu mirada se trasluce hoy
Cuantas añoranzas, cuantas extrevaganzas
He tenido contigo
Sobrellevando la idea de estar quieto, de ser testigo
Tan solo un testigo de tus pasos y de tus cantos
(a la chica del tatuaje)
lunes, 1 de febrero de 2010
Michelle
domingo, 1 de noviembre de 2009
Conversaciones de Metro
Cromosoma X: Al final nunca lo sabremos
Cromosoma Y: Siempre me gustaron las mujeres bien putas
X: Y yo te amo porque me volviste puta
Y: Lo sé, hasta ellas tienen esa deformidad que mueve a este cuerpo, esa mierda babosa al q nombramos corazón
X: Detrás de esa piel crocante, aderezo de lunares y escamas
Y: De ese blindaje tan perfecto, confeccionado con el paso del tiempo, con esas experiencias tan nuestras
X: Aunque hayas caminado tanto, no conozco otra forma de amarte que morirme al verte
Y: Es q se tiene q ser bien puta para creérselo, (creer que bastaría con morir)
X: Si? tu que tanto has besado, que tanto has amado, sabes mejor que yo, que hasta los huesos solo calan los besos que no has dado (Sabina)
Y: Vamos a jugar a comernos a nosotros mismos hasta desaparecer, el último bocado será tu mirada triste
X: No!, antes de que me envenenen los besos que vas dando!
Y: Una puta nunca besa, no lo olvides
X: No me olvides….
Una fugaz luz alumbra los cuerpos exhaustos, se va elevando como una plegaria y ataca como una maldición…
X: Escuchas, ya se prendió el faro
Y: Veo como dejo de sonar el mar
X: Un mar mudo?
Y: Y un faro ciego.
X: Entonces peor siempre.... siempre?.... siempre es mucho tiempo! no olvides que yo fui dueña de tus ojos sin que nadie lo supiera
Y: Soy ciego y una puta nunca besa, sabes q siempre serás derrotada
X: Y tu que siempre volverás derrotado
Y: Yo ya no existo, deja de ver fantasmas
X: Que haré luego?
Y: Pintarte los labios y morir tranquila
X: No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca-jamás sucedió
Y: El verdadero amor, es el amor imposible
X: Entonces veras que no vuelvo mas a tu umbral a decirte “no consigo olvidarte”
Y: Volveras, solo a decirme ..."Ya te olvide".
domingo, 20 de septiembre de 2009
6:00 am
Me gusta ver como la ciudad va desapareciendo, como esos anuncios de publicidad yacen inútiles cual cadáveres frente a una puta. Imagino a todas esas almas desdichadas soñando sueños ajenos, en pequeños departamentos, con la borrachera de sentimientos, con aquella resaca de culpa.
Me gusta ver como la ciudad cambia de colores a estas horas del día, como se va deconstruyendo desde aquellos edificios infranqueables y erguidos en el corazón de la ciudad hasta empezar a mutar en suburbios y pequeñas casas, de donde parten los obreros camino hacia las fabricas, esas fabricas que alimentan a este Santiago enfermo y no lo dejan morir. Esas fábricas que se tragan la vida de hombres y mujeres, que se tragan nuestros días.
Me gusta ver las calles desiertas, desnudas, la soledad de aquel conductor que levanta la mirada después de sintonizar una melodía triste, que la pierde en las inmensas y vacías avenidas, que acelera como si corriera de las penas, de esa tristeza que acompaña sus despertares, que se aleja, intentando escapar de ellas.
“Se un héroe, no detener el paso, morir por el corazón, no por el hombre.”
Me gusta emborracharme con ella en la cama, mientras nos reímos de viejos recuerdos, y sin darnos cuenta vamos creando nuevos. Me gusta q discutamos por como cocinar el plato más simple y q nos odiemos un poco por ello. Me gusta q después de una pelea fume un cigarro y aun tenga la consideración de hacerlo en la terraza. Me gusta se equivoque al contar dinero, q no recuerde el nombre de las películas, aun cuando nunca se va sin ver los créditos enteros. Me gusta q soporte mis torpes bromas, me golpee suavemente por ello y sonría al hacerlo. Me gusta q dibuje cuadros para pegarlos en mi cabecera y q me deje un nota en la q se lea “te amo mucho” encima de mi almohada y que yo no me de cuenta de ello hasta después de dejarla en el aeropuerto.
Me gusta ver a las parejas del aeropuerto reencontrarse, mirarse dubitativos por un instante, como si intentaran reconocer el amor en los ojos del otro; para después sucumbir al sentimiento y entregarse a un recuerdo perpetuo. La tristeza del q suelta la mano de su acompañante para dejarla ir, de los q arriesgan por una recompensa aun más grande que tenerla… a ella… a mi lado…hoy.
Me gusta oírla decir q regresara muy pronto y me gusta creerle.
“La cotidianidad hizo su trabajo, la constancia es la q me levantara por las mañanas”
martes, 28 de julio de 2009
Aun
Mire como su perfil empezaba a encender aquel porro de marihuana, se concentro durante varios segundos en darle pequeñas pitadas, podía sentir como disfrutaba ver aquella bocanada de humo formar extrañas figuras en el aire, cruzo las piernas y apoyo uno de sus codos en su rodilla izquierda, me sonrió como aceptando alguna culpa y enseguida me dijo "hace mucho q fumo marihuana, incluso cuando estuvimos juntos, había días q estaba muy pasada", volvió a darle un par de pequeñas pitadas al porro, me miro con esos inmensos ojos negros, torció los labios y sin quitarme de encima la mirada, dejo escapar otra bocanada de humo, "quieres?" estiro su brazo ofreciéndome compartir lo poco q quedaba, la sentí algo decepcionada cuando rechace su oferta, "hacer el amor, después de fumar es diferente" entonces apago el porro con sus dedos previamente ensalivados, con cariño, con cuidado, con una ternura envidiable.
Saco de su mochila verde los cinco libros q había comprado en Argentina, me hablo de ellos apasionada, sus ojos se expandían, su lenguaje corporal cambiaba, me mostraba partes de estos libros con su pequeño dedo índice y me daba breves explicaciones de los sentimientos q originaban aquellos textos en ella, "mira, mira este, cuando leí esto me acorde de nosotros" algo moría dentro de ella después de escucharse, entonces me miraba de costado, encogía los hombros y me daba un beso triste en la mejilla, en seguida se apresuraba en buscar otro de sus libros, otro párrafo, otro texto, otra frase que le recordaba a "nosotros", y se repetía el momento. "estas aburrido?" me pregunto después de mostrarte por varios minutos los mejores textos de aquellas cinco historias, ella sentada en aquella cama; pudo oler su tristeza, abrió el cierre de su mochila, se apresuro en recoger todos los libros y meterlos en ella, cuando termino estuvo quieta, al parecer esperando que dijera algo, entonces se recostó y quedo mirando la blanca y manchada pared de aquel hotel.
"Mira lo q te traje!" me puso los audífonos mientras se iba dibujando una sonrisa expectante en su rostro, un acorde disonante me hacia levantar las cejas de manera distinta, entonces su sonrisa crecía un poco, sus mejillas tomaban un color rojizo, miraba el aparato de música y chequeaba el volumen; asegurándose q no me perdiera de ningún sonido, de ningún momento. Empezaba a cantar sin emitir sonidos, sus húmedos labios se movían bailando al ritmo de una canción q sonaba en su mente y que yo disfrutaba desde sus audífonos, cerraba los ojos y sin darse cuenta subía lentamente los decibeles, la canción llegaba a su clímax, a una especie de orgasmo tímido, me tomo el rostro con ambas manos, y me dio un beso de alcoba, " tú sabes q yo te voy a querer siempre no?"
Ella sostenía mi mano y de cuando en cuando la apretaba muy fuerte; como si recordara algo q motivara aquel gesto; ambos mirábamos en direcciones distintas a través de las ventanas de aquel auto y mientras su cabeza se movía de un lado al otro lentamente, como si negara la muerte de alguien cercano "así van a doler nuestras despedidas?" me preguntó. Baje aquellas tres maletas del auto, a pesar de q ella contenía palabras, lagrimas, miedos "te voy a extrañar demasiado, dime q voy a hacer, cuando nos despidamos" había anticipado, la noche anterior. Nos quedamos parados uno frente al otro, observándonos, recordábamos nuestros defectos, nuestras batallas y las derrotas, nuestras decepciones, nuestras promesas; entonces cansados de esa distancia nos abrazamos y comprendimos q a pesar de todo:
aun nuestros pasos mantienen el mismo ritmo,
aun nuestra historia tiene textos por escribir,
aun queda tiempo para fumar y hacer el amor,
...Aun.
viernes, 25 de julio de 2008
Escuchar su voz
Volver a escucharte, es alivianar mi alma, es generar una tenue y agradable sorpresa, fue como escuchar un secreto a escondidas, una voz casi imperceptible, q tenía miedo a soltar aquellas palabras y encontrar este sentimiento que agoniza en mis interminables pozos profundos. Darme esperanza, solo por la certeza de saber que nunca más serás mía. Así uno se siente protegido.
Olvidarte fue una de las cosas más complicadas que tuve q enfrentar, entendí q se puede estar solo, q se puede disfrutar la tristeza, q se puede maldecir la felicidad, aprendí a crear terapias, a curarme las heridas, a crecer con un poco de frio y un poco de hambre. Aprendí a escuchar canciones más lentas y más tristes, a componerlas, a cantarlas durante largas jornadas nocturnas y odiarme por recordarte cada vez q lo hacía. No se sana nunca de esto, son heridas perpetuas y solo están ahí, tatuadas a uno.
Recuerdo nuestra última conversación, tú y tus palabras tan tuyas, yo y mis silencios, tu anunciándome tu llegada, yo y mis miedos, tu invitándome a invitarte, yo prisionero de mi orgullo, recapitulando aquella situación, creo q no hubiera valido de nada intentarlo, lo sé, siempre derrotista, he aprendido a saciar mis penas y aquello ya era suficiente. Te extrañe a oscuras y en silencio, entre acordes disonantes y lecturas breves, te extrañe como se extrañan los días de verano, con esos ánimos de volver siempre a ellos y pensar q llevabas alas cuando te descubrí, q nuestro primer “beso fundamental” fue a escondidas de una multitud; dime si debo arrepentirme por extrañar todo eso.
Estos gritos son solo eso, gritos de una euforia pasada, de una sentimiento q agoniza, q busca la paz de una muerte que no llegara, q aprieta los dientes y empuña las manos; lo tengo claro, pero antes de todo este razonamiento, me enseñaste a observar con cuidado y a querer a quien me quiere, a quien me quiso.
Me pregunto cuales eran las posibilidades, han de de ser un numero muy grande, me da una flojera inmensa solo imaginarlo, la probabilidad q un hecho ocurra se basa en el numero de eventos exitosos dado un numero de posibilidades totales, es decir al ser solo una pagina entre ..... tantas?. espero sepas guardar un secreto, espero q la elegancia con la q las mujeres digamos transmiten la informacion, no se haya dado. este es un refugio de los pocos q tengo, aqui soy el q siempre extraña, el pobre infeliz q siempre dejo ir.
(suena el teléfono del departamento, escucho su voz tan lejana)
Las penas tambien sonrien.
domingo, 13 de abril de 2008
No desaparezcas nunca
Tantas veces falso, tantas veces mentira, y ella aun se proclama erguida al borde de mi cama, con ese tatuaje de un sol tribal en su ombligo y la sonrisa de una mujer satisfecha, mientras estira sus infinitos brazos y lanza un bostezo silente, cierra los ojos sin pensar en nada, entregándose al olvido, separa un poco las piernas y se deja caer lentamente al costado de este enfermo cuerpo, tantas veces falso, tantas veces mentira.
Me pregunta en voz “bajita” me quieres? Hago un ademán afirmativo con la cabeza y beso su frente; ella vuelve al acecho y en una voz aun mas “bajita” me reprocha nunca me dices te quiero y pienso (no me quiero ni a mi mismo) después de un suspiro actuado, cerrar los ojos y buscar hacia adentro una respuesta a aquella queja, lanzo unas contundentes, apresuradas, insostenibles y desdichadas palabras te quiero demasiado sonríe sin mirarme; con sus cabellos desordenados por toda la cama, me pregunta por algunos lunares q recién descubre en mi pecho, abandona la idea de sentirse sola y me abraza como una madre abrazaría a su hijo agonizando, me siento seguro, amado, querido, perpetuo y realmente solo.
Me cuesta trabajo despertar, me siento algo atontado, reacciono de a pocos, ella aun duerme bajo mi brazo derecho y con sus manos en mis hombros, escapo de aquello y la despierto con pequeños besos en la mejilla, le susurro ya es tarde tienes q ir a casa me pregunta por la hora, se la digo, reacciona rápidamente en un enojo emotivo por haber dormido tanto. Si pudiera alejarme de ella, dejarla ir como a las demás, si pudiera decirle no basta con que me ames, no basta con tus besos, no basta con sonreír satisfecho y casi muerto después de entrar en ti, no basta con tus lagrimas cuando te digo q esto se acabo, no basta con el cachorro que me regalaste y al q ahora le das el titulo de nuestro hijo, no basta con q recuerdes fechas, anécdotas, lugares y gente q no recordare nunca, no basta con querer quererte, no basta conmigo. Pero no lo hago, llamo un taxi y la espera se me hace interminable, ya no la necesito por hoy. Termina de vestirse; se acerca al espejo critica lo desordenado de sus cabellos y vuele a mi. Nos vemos mas tarde? Respondo con alguna mentira sobre una reunión familiar impostergable; el timbre suena y me sabe a la campana escolar del recreo, me provoca salir de ahí corriendo, tropezándome y gritando. Es el taxi, sus sonrientes y apresurados pasos rebotan en toda la habitación; mi sonrisa aun mas amplia crea una sombra en su huida y pienso (no desaparezcas nunca).
Portihead y su obsesivo "All mine"